Gaitas gallegas
EDUARDO REPRESAS

Consejos:
Precauciones de uso y mantenimiento general

Proteja su gaita de la lluvia, de la exposición prolongada a los rayos del sol y de los cambios bruscos de temperatura y humedad.

Nunca deje la gaita en el maletero de un coche al sol ni tampoco en noches frías. Esto podría provocar serios desperfectos en el instrumento, además del riesgo evidente de robo.

Nunca debe sumergir el instrumento en ningún tipo de líquido.

Sea cuidadoso con el estado en que deja en reposo su gaita. Sus partes cilíndricas y el fol no ofrecen una estabilidad fiable para su soporte y podría rodar o resbalarse.

A la hora de manipular la palleta, tenga sumo cuidado al extraer el punteiro de la buxa, pues cualquier roce de la palleta puede dejarla inservible. Siempre debe sujetar el punteiro cerca de la buxa (por la mesa) si lo hace por otro lado podría romperse.

Importantísimo:
Extrayendo el punteiro de la buxa

Cómo sacar el punteiro de la buxa

Nunca debe coger el punteiro por la campana o el cuerpo para girarlo o intentar sacarlo ya que es muy fácil quebrarlo. Una buena operativa consiste en coger la buxa con la mano izquierda y la mesa del punteiro con la mano derecha.(ver imagen) Con el dedo pulgar derecho ejerciendo una presión sobre la buxa, girar y, a la vez, extraer el punteiro con mucho cuidado hasta el final del corcho. El dedo pulgar derecho debe coordinar las dos manos para que el punteiro salga recto y, por lo tanto, la palleta no roce los bordes de la buxa.

Más consejos

Tenga mucho cuidado con los golpes y rozaduras, ya que pueden contribuir a que raje la madera a la vez que deterioran el estado general del instrumento.

Compruebe que las palletas y pallones estén introducidos firme y herméticamente en sus asientos.

Cuando hinche el fol, procure hacerlo de modo que introduzca la menor cantidad de humedad posible. Una vez conseguida la presión necesaria para el funcionamiento acústico de la gaita, procure mantenerla constante con ayuda de su brazo (tempero). Haga un uso razonable del aire almacenado en el fol y evite insuflaciones excesivas que sólo aportarían exceso de humedad. Recuerde que el fol es una reserva de aire que hay que saber administrar.

Si alguno de los pallones se para o la palleta no suena, no fuerce en exceso la presión del fol ya que podría dañarlos. Es mejor desmontarlos y averiguar la causa del mal funcionamiento.

Si va a dejar la gaita sin utilizar por un periodo prolongado de tiempo, desmonte todas sus piezas para que, en la medida de lo posible, los corchos recobren su elasticidad inicial. Retire las palletas y pallones y procure ventilar el fol para secar bien su interior. Una vez que se asegure de que no hay humedad, envuelva las piezas por separado para evitar que se rayen y guárdelas en su estuche protector.

Este hábito de desmontar todas las piezas de la gaita sería incluso aconsejable en periodos de dos a tres días para conseguir una mayor duración de los corchos.

No utilice productos abrasivos para la limpieza de su gaita. Use siempre la bayeta amarilla suministrada para la limpieza general de la madera y anillas después de utilizarla.

Para la conservación de la madera puede utilizar un buen producto para muebles que contenga silicona. Para las anillas metálicas utilice la bayeta azul, o bien algún producto para la limpieza de la plata. La bayeta azul está impregnada de un polvillo especial llamado Alunita que seguirá siendo efectivo aún cuando ennegrezca por lo que no debe ser lavada.

El fol de Gore-Tex® no tiene mantenimiento alguno. Su tejido micro poroso es transpirable, lo que significa que la humedad que se condensa en su interior, tiende a salir por los poros por el fenómeno de ósmosis. En ambientes húmedos, es recomendable sacar el soplete para evitar la acumulación de humedad cuando deje de usar la gaita. En ambiente secos o muy secos, se debe introducir, de vez en cuando, una pequeña cantidad de agua (medio vasito: de 5 a 6 cl.) en el interior del fol una vez se hayan sacado todos los elementos sonoros y taponado la buxas. Esto contribuye a impregnar las paredes internas con el fin de que conserven cierta humedad conveniente para la palleta.

Si la válvula del soplete deja de ser efectiva, debe ser sustituida por un recambio. Retire el clavo que sujeta la misma con ayuda de unos alicates o tenacillas y deseche la defectuosa. El soporte del clavo debe ejercer la mínima presión sobre la válvula.

Es conveniente llevar a cabo una práctica muy saludable para el instrumento: cada vez que termine de usar la gaita, retire el soplete de la buxa y sacuda enérgicamente la humedad que queda retenida en la válvula. Es mejor no colocar el soplete hasta que vuelva a utilizar el instrumento, de esta manera, el aire húmedo que permanece en el fol, tiene una vía de escape más efectiva alargando la vida útil de las voces y los tubos sonoros a la vez que la de la misma válvula.

Los corchos deben ser lubricados ligeramente con sebo de cordero o cabrito. Para los del ronco con buxa y ronqueta con buxa, no se debe abusar para evitar que giren cuando se afinan. Si, por alguna razón, algún espigo de la gaita quedara excesivamente apretado en su hueco, sujete una pieza con cada mano (no use herramientas que puedan marcar la madera) y gírelas en sentidos opuestos a la vez que imprime ligeros movimientos de vaivén como si fuera a descorchar una botella de cava. Los corchos que sellan las uniones de las diferentes partes de la gaita, tienen una vida limitada. Si se aflojan o se rompen es recomendable que envíe el instrumento al Obradoiro de Gaitas para sustituirlos por otros nuevos.

La gaita debe ser utilizada y mantenida con cierta regularidad ya que, como cualquier instrumento de viento-madera, alcanza su plenitud sonora tras un periodo de uso.

Ideas básicas sobre el retoque de la palleta

Por diversos motivos y en determinadas ocasiones, puede que el punteiro no afine correctamente por descompensación de su escala, es decir, por la aparición de desviaciones tonales en más o en menos de la parte alta del punteiro con respecto a la tónica del mismo. La causa más corriente suele ser el “estado anímico” de la palleta, pues las condiciones ambientales le afectan muy directamente. A veces, pueden corregirse estas desviaciones tocando durante un cierto tiempo para aclimatar la palleta y el punteiro, pero no siempre sucede así. La palleta nueva casi siempre ha de ser reajustada mientras que la usada es normalmente más estable.

Sin embargo, llega un momento en que esta puede entrar en un estado de cansancio siendo entonces recomendable ajustarla de nuevo para seguir usándola. Moxenas afirmaba que “o gaiteiro pasa media vida afinando e outra media tocando desafinado”. Si bien en el momento actual esto es, en general, menos cierto, esta aseveración debe ser entendida como la preocupación y meticulosidad del gaiteiro por controlar la estabilidad de la afinación de su instrumento, pues de esta depende el éxito final y el grado de satisfacción.

Si toda la escala de punteiro está alta se ha de suplementar la palleta con hilo, teflón o papel fino para levantarla un poco en su asiento. La afinación también se hace más grave raspándola un poco en general lo que, a la vez, ablanda la palleta siendo necesaria una presión menor para hacerla sonar.

Si, estando la tónica centrada, se observa que, a partir del Sol (quinta), la escala resulta alta, se ha de raspar un poco la parte trasera de la palleta e introducirla un poco más en su asiento. Con este ligero pulido trasero suele bajar la tonalidad general pero en mayor medida en la parte alta del punteiro. Tenga cuidado de no pasarse en el raspado.

Esta descompensación en la parte alta también puede darse si las láminas están muy cerradas y muy secas. La solución: abrirlas y humedecerlas ligeramente.

Si únicamente el Si y el Do agudos salen altos, raspar solamente desde la zona media hacia la punta de la palleta o abrirla ligeramente.

Si se da el caso contrario, es decir, la parte alta grave con respecto a la tónica, puede ser debido a:
Una palleta demasiado usada o demasiado pulida en la zona trasera: debe ser despuntada.
Excesivamente sacada del punteiro: introducirla más.
Demasiado abiertas las palas: ajustar convenientemente.
Demasiado ancha: limar o lijar las palas para reducir su anchura.

Si toda la escala se presenta grave: palleta inadecuada, demasiado ancha, larga o vieja. Si es demasiado larga cabe el despunte, si demasiado ancha puede intentarse estrecharla un poco pero, en los otros dos casos, habrá que utilizar una nueva. Otra razón por la que la afinación general sale grave puede ser la temperatura excesivamente baja del punteiro. La solución es evidente: dejar que se temple de modo gradual.

Deben dominarse todas estas ideas básicas para luego poder combinarlas, experimentando, hasta llegar a conseguir lo que mejor conviene en cada caso.

* Texto obtenido de https://lagaitagallega.blogspot.com/?m=1. Muchas gracias por el aporte.